lunes, 30 de junio de 2008

La noche es nuestra

Nos transladamos 20 años atrás. En Nueva York, Bobby Green (Joaquin Phoenix) es el encargado de una discoteca de la zona.
Lo que nadie sabe es que Bobby es hijo del legendario jefe de policía Burt Grusinsky (Robert Duvall) y hermano del teniente de policía(Mark Wahlberg) que está siguiendo a Vadim, el traficante de drogas más buscado, que, curiosamente frecuenta la discoteca de Bobby.

Indudablemente si algo vamos a destacar de esta película va a ser la interpretación del actor principal y otra vez genial Joaquin Phoenix. Cómo pasa de ese "lado oscuro" del mundo de las drogas a ser un niño bueno y da el pego al 100% en ambos lados.

Sigue sin convencerme Mark Wahlberg, muy frío, inexpresivo y aporta más bien poco a la película. Un largo metraje (2 horas o más!) que he de decir que en momentos aburre un poquillo, pero que está bastante bien para quien le guste el suspense policíaco sin demasiadas exageraciones patrióticas.

Antes que el diablo sepa que has muerto

Cuando a Hank Hanson (Ethan Hawke) su ex-mujer le reclama una vez más la manutención de su hija, decide pedirle ayuda a su hermano Andy Hanson (Philip Seymour Hoffman) un respetable director financiero al que tampoco la vida le sonríe como aparentemente parece.

Andy le propone atracar una joyería, pero no una cualquiera, sino la de sus padres. Algo fácil, rápido y que les sacará a todos del apuro. Pero las cosas no van a ir como pensaban.


Es esta una película peculiar en su dinámica, con muy buenas interpretaciones sobre todo destacar el robusto P.Seymour y a Albert Finney, en el papel del padre de ambos.